Besos... Y BESOS!
Cuando niña recuerdo como jugaba con mis amigos a
las escondidas en lugares prohibidos por nuestros padres; así, con cierto
misticismo fui descubriendo cosas que parecían diferentes, conocí por qué una
niña no se lavaba los dientes a menos que sus padres se lo ordenaban, incluso
como algunos hacían sus necesidades sin quitarse la ropa...
Andando por ese mundo de inocencia, cierto día en un
juego de manos, un chico rozó mis labios, lo único que me dio por hacer fue
salir corriendo. Cuando llegué a mi casa se lo conté a mi prima, la cual me
explicó (con su poca experiencia pero más que la mía), que un beso era algo
normal, que los besos son señal de un sentimiento...
Solo Dame Un Beso
Allí fue que supe por primera vez lo que era un beso
en los labios y poco a poco entendí que a eso que yo le llamaba baboso,
pegajoso, desagradable, se llama BESO.
Ahora que estoy en desarrollo, en fin que soy una
joven, y busco todos los días los labios de mi novio, al paso de estos tiempos,
hoy sé que el beso es la esencia del alma, darle un beso a mi novio y recibir
alguno de él es mágico, es como un vicio al que no te permites renunciar. Un
beso es más que juntar tus labios con otros o con alguna otra parte del cuerpo
de otra persona.
De un beso se pueden decir muchas cosas, se pueden
descubrir infinidades de sensaciones. Aún no me considero una experta besando a
pesar de que he visto cientos programas en TV y he leído varios libros sobre EL
BESO. Todos tienen conceptos y afirmaciones en común con las cuales coincido,
como por ejemplo: Un beso puede expresar desde cariño y amor hasta una
desmedida pasión, sean estas carnales o espirituales.
Besos con lengua
Desde el punto de vista de los estudios del lenguaje
corporal aseguran que el beso se trata de un determinado código de contacto, y
esto es reafirmado a la vez por los enamorados con más experiencias, lo cual
nos permite apreciar con detalle que según en donde se bese, por supuesto si
ese hace bien y de la forma más apasionada posible, se transmite cierto mensaje
que rara vez no se interprete de una manera correcta. Por ejemplo cómo solemos
diferenciar un beso en la mejilla con un beso en la boca. Cuando el beso es en
la mejilla independientemente de algún deseo que pueda existir o alguna
atracción física, tiende a tomarse como de amistad, de apoyo, de complicidad;
sin embargo cuando dos personas se besan en la boca suavemente, rozando sus
cuerpos levemente, con las manos bien juntitas, ya ese beso, además de cierta
pasión que pueda predominar, es más bien de aceptación, delicadeza, y si se
mantiene así destaca un buen romance; incluso se crea un excelente ambiente que
puede conllevar a algo más que rozar los labios, ya que el fin será más allá de
ese sencillo roce y se le pondría fin en una entrega más amplia llamada hacer
el amor. Algo realmente intenso y que es mayormente inducido por ese ardiente
beso, o simplemente queda ahí, pero con aquellas ideas de morbo y que te dejan
planeando para repetir en otra ocasión.
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